Éxito de la V edición de la Fiesta de la Matanza en su nueva sede

Durante dos días los atanzoneros se dieron un festín gastronómico en torno a esta tradición culinaria.

El primer fin de semana de febrero volvió a ser la fecha elegida para que un año más haya tenido lugar la fiesta de la matanza. Durante varias semanas, la organización del evento, que ha corrido a cargo del Ayuntamiento y de la comisión de fiestas, junto con el patrocinio de la Asociación Bárbaros & Kasta, ha conseguido con gran esfuerzo e ilusión que todo estuviera listo y con ello poder superar el listón de ediciones anteriores.

Ante las previsiones que existían para este año, en el que habría un aumento en el número de participantes, tras una primera idea por parte de los organizadores de desarrollar el evento en una carpa que en última instancia no se pudo llevar a cabo, finalmente se decidió que la ubicación fuera en la planta superior del recién estrenado Centro Asistencial.

En los días previos a la inauguración de la fiesta, se consiguió adecentar toda la planta superior diáfana que ocupa el edificio y convertirla en un macro salón de más de 250 metros cuadrados donde albergar a todos los comensales que iban a participar del fin de semana gastronómico. Un espacio que para la inmensa mayoría de los lugareños ha supuesto un descubrimiento, después de una década desde que se construyó, y que se ha revalorizado como punto de reunión para desarrollar actos que requieran albergar un mayor número de personas.

El chef local, Mundi, junto a su equipo familiar, fue el encargado de preparar los distintos ágapes que los más de ciento sesenta comensales que en esta edición se dieron cita, iban a dar buena cuenta. El pistoletazo de salida para ir cogiendo fuerzas para la larga jornada que se preveía, tuvo lugar en la mañana del sábado almorzando unas tradicionales migas con huevo frito. Al mismo tiempo tenía lugar “in situ” el despiece de las distintas partes cárnicas del cerdo por parte de Mundi y colaboradores. A la hora de la comida tomó el relevo un sabroso plato de cuchara a base de judías con oreja, rematándose en la cena con unos clásicos somarros y pancetas.

La fiesta finalizó a media noche con la actuación musical del grupo VDK en el salón del Centro Cultural, deleitando al público más joven con sus versiones de rock nacional.

Al día siguiente, el domingo, un cocido completo reunió de nuevo a los “incansables” comensales para rematar con nota alta esta quinta edición. Una iniciativa que un año más ha servido para rememorar una tradición culinaria de antaño y para volver a sentir el latido de la pequeña villa alcarreña, inmersa en pleno letargo invernal, con una mayor presencia de atanzoneros y atanzoneras, así como de acompañantes, con el objetivo que Atanzón siga más vivo.