Geomorfología y Geología

del término de Atanzón

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Geomorfología

En el municipio de Atanzón se pueden diferenciar tres unidades que son: la altiplanicie o alcarria, el fondo de valle y el talud de conexión entre las dos unidades anteriores.

La altiplanicie o alcarria, con una altitud media de 970 m., abarca casi la totalidad del término municipal. Esta altiplanicie forma una superficie de erosión-acumulación de materiales provenientes del nivel superior de calizas y arcillas. La llanura se encuentra muy desgastada e incluso en algunas zonas se puede ver el afloramiento de las calizas en las zonas de acumulación de las arcillas. También, gracias a esta morfología, pueden encontrarse zonas endorreicas o semiendorreicas en los niveles más bajos ocupados por las arcillas. El testimonio de la degradación del nivel de calizas original puede atestiguarse en los cerros testigos que se encuentran en el paraje de Las Cabezuelas. En los bordes del páramo, muy desgastados, puede apreciarse cómo en el nivel de las calizas se han producido escarpes y barrancos que discurren por los taludes hasta el fondo de valle.

El talud que se encuentra al este del municipio cubre un desnivel de aproximadamente 250 metros entre la altiplanicie y el fondo de valle. El talud occidental es menor, de unos 60 metros en el tramo medio del vallejo.

El fondo de valle oriental corresponde al tramo medio del curso del río Ungría, que nace en el municipio de Fuentes de la Alcarria. A lo largo del valle se encuentran glacis de materiales provenientes del páramo y los taludes que penetran en el fondo del valle, aunque apenas se perciben por haber sido ocupados por el hombre durante siglos para el aprovechamiento agrícola. El fondo de valle occidental corresponde al curso del arroyo de El Valecillo. Tiene menor amplitud que el del río Ungría y la cabecera se encuentra en paraje de El Barquillo.

Geología

En el apartado geológico se puede hacer una diferencia de materiales entre la llanura y el fondo de valle. En general, la geología corresponde a una edad terciaria en el páramo y cuaternaria en el fondo de valle.

En la llanura aparecen en los niveles menos degradados calizas micríticas con algas y calizas arenosas negras y rojas y algunas margas, todas ellas del Mioceno Turoliense. Estas rocas corresponden a las zonas de mayor erosión. Un ejemplo son los cerros testigo de Las Cabezuelas. El nivel inferior a estas rocas está formado por conglomerados, areniscas y lutitas rojas de la misma edad que las anteriores (Mioceno Turoliense).

El último nivel del páramo, es decir, el de sedimentación, está compuesto de calizas y dolomías micríticas con sílex y niveles de sepiolita. Corresponden al Mioceno Aragoniense Superior. El nivel superior del talud presenta los mismos materiales. En el talud de la vega del río Ungría se produce en la mitad una interrupción de esas rocas y aparece un estrato de lutitas marrones y rojizas, areniscas, calizas, yesos y conglomerados.

En la terraza fluvial del río Ungría predominan las arcillas rojas, las margas y yesos del Aragoniense Medio. En algunas zonas aparecen arenas, gravas cantos y limos del Pleistoceno Inferior. En los lugares que corresponden a la parte más baja de algunos barrancos como el barranco de Valdelarrubia, se encuentran depósitos de cantos, gravas, arenas y limos del Holoceno, que interrumpen la continuidad de las arcillas rojas, las margas y los yesos. El fondo de valle está compuesto de gravas y cantos poligénicos, arenas, limos, arcillas y carbnatos del Pleistoceno Superior.

El valle de El Valecillo presenta la misma estratigrafía pero, al ser menos hondo que el del rio Ungría, le faltan las dos capas inferiores que sí están presentes en el otro valle. También los restos del Holoceno son menores puesto que los barrancos laterales son pequeños, tienen menos pendiente y no aportan tantos materiales.

Por ser la caliza la roca dominante, se ha conformado un relieve cárstico que ha propiciado, con su disolución, la creación de cuevas y simas que han sido aprovechadas durante siglos por la gente. Este relieve cárstico se extiende por toda la llanura tabular de la Alcarria y sirve para delimitar la comarca. El tipo de suelo, la parte abiótica, hace por tanto que el paisaje tenga una continuidad en el espacio.

Adrián Pérez Piña on Email