Los Cantos de la Alcarria en Navidad fieles a su cita con la tradición musical

Las agrupaciones vecinas, Aldea Folk y la Ronda de Lupiana, fueron las grandes novedades en esta XXIII edición

Un año más, y en esta ocasión coincidiendo en las vísperas de la Nochebuena, los sonidos más tradicionales de la Navidad volvieron a ser los protagonistas por unas horas, rompiendo así el silencio del letargo invernal que por estas fechas se apodera sin remedio de las zonas rurales.

Una jornada festiva que, para ir cogiendo fuerzas, comenzó por la mañana a la hora del almuerzo con unos huevos fritos con chorizo y a la que le siguió al mediodía con la degustación de una suculenta paella con conejo, que fue del agrado de todos los que participaron.

El día resultó propicio para disfrutar de un evento que, tras veintitrés ediciones, está consolidado dentro del calendario provincial de certámenes de villancicos y, aunque muchos fueron los que se acercaron a la pequeña villa alcarreña, se esperaba una mayor afluencia de público por parte de la organización, sobre todo de la propia localidad, por cuanto la climatología acompañó en todo momento.

La XXXIII edición de los Cantos de la Alcarria en Navidad comenzó con el saludo de bienvenida por parte del alcalde de Atanzón, Carlos Cabras, a todos los asistentes y a las autoridades que se dieron cita, como la diputada provincial y alcaldesa de Montarrón, Sara Simón, y el alcalde de Torija, Rubén García. La joven atanzonera, Ainhoa Ramos, fue la encargada de presentar el evento y posteriormente a cada una de las siete formaciones que participaron, ya que, a última hora se cayó de las ocho formaciones que conformaban el cartel de esta edición, la Ronda de Horche. Seguidamente, la conductora del certamen introdujo a la invitada este año en dar el pregón de Navidad. Tal honor le correspondió a la senadora Riansares Serrano que previamente había manifestado su deseo de conocer la villa alcarreña, ya que nunca había llegado a estar, así como de presenciar el certamen de villancicos atanzonero. En su alocución puso en valor la recuperación del folclore navideño en la provincia y además elogió el patrimonio, las tradiciones y costumbres que atesora el pueblo de Atanzón.

El certamen, musicalmente hablando, dio comienzo con la actuación del grupo Raíces de Chiloeches, al que le siguió la formación de Aldeanueva, Aldea Folk, que era la primera vez que tomaban parte de los Cantos de la Alcarria en Navidad, donde interpretaron Venid pastorcillos y La Rosa del vino. Tras ellos, fue el turno del grupo Cantiga Folk que, a pesar de que contaban con algunas ausencias, sus composiciones sonaron a buen nivel. Seguidamente hicieron acto de presencia a los pies del ábside de la iglesia, los onces componentes de la Ronda de la Alegría, vistiendo sus clásicos chalecos y gorros negros. A su finalización, fue el momento de poder escuchar a la Ronda de Lupiana que, tras muchos años sin tomar parte del certamen atanzonero, volvió interpretando en primer lugar Anda borriquita, tema con el que una semana antes habían conseguido el primer premio del concurso de Villancicos de Guadalajara, y que cosechó muchos aplausos tras su interpretación. Seguidamente fue el momento de la Ronda de Azuqueca, una formación clásica en el certamen que especialmente siempre es bien recibida por parte de un público que disfruta de los villancicos que cantan, acompañados con numerosos instrumentos de cuerda, como guitarras, laúdes y bandurrias. Por último, como siempre es habitual en el certamen atanzonero, la Zambombada de Atanzón cerró las actuaciones haciendo su clásica introducción con el Dále a la zambomba, para una vez todos formados en la escalinata del altar, comenzar cantando el villancico Campanitas y seguirle con el de La ronda de Atanzón. Tras petición del público, la agrupación zambombera se despidió interpretando un tema más, Buscando en Belén.

Todas las formaciones recibieron un obsequio por parte de la organización. A la finalización del apartado musical, el público se concentró en la plaza Mayor para compartir las viandas que más apetecen en esta época como son el caldo y los chorizos y tras ello, los villancicos y cánticos se fueron sucediendo espontáneamente entre unos grupos y otros, animando la noche previa a la Nochebuena.