La Zambombada de Atanzón recibió con villancicos el XVII Premio Trigo y Miel 2018
El 24 de noviembre se celebró la cena de socios que la Asociación Cultural Carravilla cada año lleva a cabo durante el último sábado del mes de noviembre. Los salones del restaurante de la capital alcarreña Los Girasoles fueron el punto de encuentro del evento, al que asistieron casi ochenta comensales, en donde el acto central de la velada fue la entrega del premio Trigo y Miel, que en esta ocasión alcanzaba su décimo séptima edición.
A la finalización del ágape, el presidente Juan Francisco Lope tomó la palabra para saludar a los asistentes y presentar al nuevo galardonado con el premio Trigo y Miel: la Zambombada de Atanzón. El premio reconoce a las personas o colectivos que, en su labor o voluntariamente, destaquen por su esfuerzo, dedicación y loables resultados en el fomento de los valores humanos, la recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico, cultural, costumbrista y medio-ambiental o lleven a cabo actuaciones que conlleven una evidente mejora de las condiciones de vida de los pueblos y sus habitantes.
Lope desgranó los méritos que han llevado a la formación musical atanzonera a lograr el distinguido premio destacando la dedicación altruista e ilusión de sus componentes en la recuperación y difusión del folclore tradicional navideño gracias a la interpretación de sus villancicos tanto dentro como fuera de la provincia de Guadalajara. Mención especial dentro de la misma tuvo en sus palabras para el director de la agrupación zambombera, Valentín Pérez Sigüenza, gran impulsor de la misma gracias a sus conocimientos musicales plasmados en las numerosas composiciones que forman el repertorio que durante todos estos años han conseguido atesorar.
Al igual que suelen hacer en sus actuaciones, la casi treintena de miembros que componen la Zambombada de Atanzón, ataviados con sus capas castellanas, sombreros de ala negros, blusones de mielero y boinas, y portando zambombas, panderetas, almireces y otros instrumentos de percusión, se dispusieron a recibir el galardón al son de su conocido Dale, dale, dale a la zambomba. Valentín Pérez, en nombre de toda la Zambombada, recogió la estatuilla de bronce simbolizada con el rollo de Atanzón, un haz de espigas de trigo y una colmena. Pérez mostró su satisfacción agradeciendo a la asociación Carravilla y al jurado del premio el que les hubieran otorgado con tal distinción e hizo un repaso sobre la historia de la formación, donde hizo mención a algunas míticas apariciones así como distintos logros y reconocimientos que a lo largo de la misma han conseguido, siendo muy aplaudido a su finalización.
Seguidamente, quisieron dejar constancia de su buen hacer deleitando a los presentes con la interpretación de cuatro villancicos.
La Zambombada de Atanzón surgió a finales del año 2002 (el mismo año que la creación del premio Trigo y Miel) una vez que durante el otoño de ese mismo año se llevó a cabo en Atanzón un curso de elaboración y manejo de zambombas, logrando con ello recuperar un instrumento típico de la Navidad que antaño tanto se utilizaba por tierras alcarreñas. Desde ese año comenzó a participar por primera vez en el que fue el VIII certamen de villancicos Cantos de la Alcarria en Navidad, para inmediatamente actuar por localidades próximas e incluso dejarse ver en el centro de Madrid. Desde entonces numerosos pueblos de la provincia han disfrutado de sus villancicos en certámenes, auditorios o residencias de ancianos, llegando incluso en 2010 a realizar una mini gira por Galicia. En 2008 se le concedió el premio Populares 2007 en la categoría de Tradiciones por parte del periódico Nueva Alcarria; en el 2014 la formación atanzonera quedó en segundo lugar del XXIV Concurso de Villancicos Ciudad de Guadalajara y en 2015 publicaron su primer disco con el título Cantos de Atanzón en Navidad, en donde aparece su amplio repertorio de villancicos.
