Los niños de Atanzón recibieron una lluvia de regalos
Las precipitaciones no empañaron la ilusión del momento
La tarde del pasado viernes 5 de enero, SS.MM. los Reyes Magos, en su largo recorrido por tierras alcarreñas, volvieron un año más a hacer una parada en Atanzón para visitar, especialmente, a los niños y niñas de la pequeña villa.
En esta ocasión llegaron más cargados que nunca por cuanto trajeron un gran cargamento de regalos para pequeños y mayores y además lo que más anhelan, sobre todo, en las zonas rurales: la lluvia. A pesar de que la cabalgata, con sus majestades sobre la carroza, no pudo celebrarse haciendo el recorrido habitual por las calles debido a que la persistencia del líquido elemento no cesaba de caer, éste no fue un impedimento para que los tres Magos de Oriente estuvieran presentes en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y fueran recibidos por un buen número de niños y niñas que les estaban esperando impacientes en su interior.
Encabezados por los pajes reales, que iban repartiendo caramelos a todo el público, toda la comitiva se encaminó hacia el altar, donde se encontraban los tres sillones que en seguida ocuparon Melchor, Gaspar y Baltasar. El alcalde, Carlos Cabras, les dio una cálida bienvenida, especialmente en nombre de todos los niños. Tras él, fue el momento de escuchar al rey Melchor, quien se dirigió a la chavalería asegurándoles que les habían traído los regalos que les habían pedido en sus cartas, siempre y cuando se hubieran portado bien. Durante media hora, y con ayuda de sus pajes, sus majestades fueron repartiendo todos los regalos, nombrando uno a uno.
A su finalización, todos los niños posaron junto al séquito real, al tiempo que miembros de la Zambombada comenzaron a cantar villancicos. Sin perder tiempo, los Reyes Magos abandonaron el templo, para continuar con su tarea de visitar otras localidades próximas, despidiéndose hasta el próximo año.
Para continuar con la celebración, el ayuntamiento preparó en el teleclub un delicioso chocolate con roscón que degustaron los asistentes.
A pesar de la lluvia, muchos fueron los que se acercaron a Atanzón a continuar con la tradición de celebrar un año más la llegada de los Reyes Magos al pueblo, por cuanto más de un centenar de personas estuvieron presentes. Un evento del agrado de los más pequeños, que tienen la oportunidad de disfrutar de la cercanía de sus majestades y de poder recibir de manos de ellos sus deseados regalos.
