Diez agrupaciones de folk navideño provinciales se dieron cita en el XXII Certamen de Cantos de la Alcarria en Navidad

Los sonidos de la Navidad volvieron a reunir en Atanzón a un buen número de amantes a los villancicos.

La música tradicional navideña continua cada año más viva gracias a la proliferación de certámenes de villancicos a lo largo de la provincia, los cuales se han ido consolidando con la celebración edición tras edición, un año tras otro. Esto es lo que el sábado 17 de diciembre se pudo comprobar en la villa de Atanzón. Un certamen, el de los Cantos de la Alcarria en Navidad, que con veintidós ediciones y tras la estela del pionero torijeño, continúa recibiendo el respaldo de participantes y público. A pesar de las frías temperaturas que comenzaban a despuntar, propias ya de esta época, un buen número de personas se acercaron a la localidad alcarreña a disfrutar de los sonidos más auténticos de la Navidad. Muchos de los villancicos que estas agrupaciones llevan en sus repertorios han sido recuperados gracias a la ilusión y tesón que han puesto desde que se formaron, lo que ha servido para que el rico patrimonio que existía, se recupere y se pueda seguir trasmitiendo de generación en generación.

A las 18 horas dio comienzo el acto con la presentación por parte de la conductora del certamen, Inmaculada Martínez, vicepresidenta de la asociación Carravilla, del pregonero de la Navidad, que en esta ocasión corrió a cargo del diputado provincial, Julio García Moreno. También estuvo presente apoyando el evento la directora provincial de Sanidad, Margarita Gascueña.

La Ronda La Alegría fue la primera de las diez formaciones que conformaban el plantel en aparecer sobre el ábside de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Tras ella lo hicieron la Ronda de Azuqueca de Henares, Ronda de Cantalojas, Cantiga Folk, Ronda La Calandria de Cifuentes, Agrupación Musical Palacio de la Cotilla, Ronda de Fontanar, Ronda de Hita y la Ronda de Horche. Finalmente, la anfitriona Zambombada de Atanzón, tras su tradicional paseíllo de entrada por la nave central hacia el altar, cerró el certamen interpretando los villancicos Olé, olé, olé y, por último Campanitas. Cada ronda recibió un jamón como obsequio por su participación. Buena parte de las agrupaciones están hermanadas ya con el certamen atanzonero, por cuanto cada año su presencia está garantizada, lo que refuerza los lazos de amistad con el pueblo de Atanzón y asegura el nivel del propio evento.

A la finalización de todas las actuaciones, la plaza Mayor fue el punto de encuentro donde todo el mundo se dio cita para dar buena cuenta del caldo y los chorizos que fueron preparados para la ocasión y que sirvieron para seguir compartiendo cánticos y villancicos, al son de zambombas, guitarras, panderetas y cascabeles, con los que unos y otros se arrancaban, alargando de esta manera una jornada exitosa del folclore tradicional navideño más genuino.

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