Una plaza Mayor repleta de público recibió las fiestas de San Agustín 2017

El periodista taurino Miguel Redondo fue el encargado de dar el pregón.

Desde el 25 de agosto, en las vísperas del comienzo de las fiestas patronales, coincidiendo con el inicio del fin de semana y con la masiva llegada de hijos y descendientes del pueblo, Atanzón un año más volvía a latir con toda su fuerza. Muchos atanzoneros se reencontraban por las calles, tras muchos meses sin hacerlo en la propia villa. Ya se respiraba el ambiente festivo en el que muchas peñas ultimaban los detalles finales, para, esa misma noche, asistir al ya clásico inicio “no oficial” de las fiestas, abriendo sus locales y dando rienda suelta a los decibelios musicales y a las primeras botellas “espirituosas”.

El sábado 26, desde primera hora de la tarde, ya comenzaban a dejarse ver por las calles el colorido de las distintas camisetas que lucían los peñistas más adelantados en estrenarla para estas fiestas.

A las 19 horas estaba previsto el comienzo del desfile de peñas desde la báscula que, como suele ser habitual, comenzó con retraso, momento en el que aprovecharon los componentes de aquellas para sacarse las fotos de rigor y bailar al son de la charanga. Finalmente, las diecisiete peñas (La Alegría, El Bombo, los P.G., Lo Más, El Tendido 7, El Copón, El Pedriskazo, Los Varinbolos, Los Bárbaros & Kasta, El Tavike, La Bomba, La Trinchera, El Toro, Piratas Del Cacique, El Desfase, El Descontrol y Los Desparramaos) siguiendo el ritmo de la charanga La Pícara, que este año amenizaba el desfile, enfilaron la calle Reina María Cristina hacia la plaza Mayor, por delante de la carroza que transportaba a la reina, damas y damas infantiles, tanto entrantes y salientes.

Con todas las peñas y el resto de la gente en la plaza, listos para asistir al inicio de las fiestas, se procedió sobre el escenario de los toriles a la presentación de las nuevas damas infantiles, que en esta ocasión orgullosas lucían su banda Esther, Alejandra y Leticia. Seguidamente, fue el turno de la proclamación de la reina y damas, que este año ostentaron tener dicho honor María, Elena y María Pilar.

Tras las palabras de bienvenida por parte de Agustín Santamaría, en representación de la Comisión de Fiestas, seguido del saludo a todos los presentes por parte del alcalde de la villa, Carlos Cabras, fue el turno de escuchar con atención al pregonero de las fiestas de 2017: el periodista taurino Miguel Redondo. En su alocución, no faltaron alusiones a la fiesta nacional y animó a que tradiciones como la del encierro de Atanzón se sigan cuidando y no se pierdan. Con los clásicos “vivas” a San Agustín y a Atanzón dio por concluido el pregón, momento en el que se procedió al encendido de la mecha del cohete para que, con su estruendo, dieran por comenzadas las fiestas de San Agustín. Seguidamente, la charanga inició su ruta de peña en peña por todo el pueblo, recibiéndola en cada una de ellas con las puertas abiertas de par en par y a toda la comitiva que le acompañaba.

Por la noche la gran protagonista fue la tradicional ronda de solteros y casados, la cual, arropada por una nutrida concurrencia, arrancó en la plaza Mayor con una seguidilla, a la que siguieron jotas que tan alegremente interpretaron rondadores locales y foráneos, así como también alguna rondadora. La duración de la ronda en esta ocasión se acortó notablemente, sin llegar siquiera a las nueve de la mañana a su finalización, gracias al acuerdo que se llegó de cantar el mismo número de jotas en todas las casas, fueran el número de mujeres que hubiera en cada una de ellas. A destacar los lugares, sobre todo a partir de cierta hora donde ya se acumulaban varias horas siguiendo la ronda, que ofrecían a todos los presentes viandas reponedoras, superándose éstas año tras año en variedad y calidad.